sábado, 10 de octubre de 2009

¡Empiezan!
Las perfecciones se acentúan.
La flor extiende sus coloridos pétalos
amplios al sol.
Pero la lengua de la abeja
no les acierta.
Se hunden de nuevo en el lodo
dando un grito, puede decirse que es un grito
que repta sobre ellos,
un estremecimiento
mientras se marchitan y se esfuman...

Hay algo en mi vida que quedó pendiente.
Y cada noche me atormenta..